Aveces nos equivocamos, cometemos pequeños errores, que a simple vista no tendrían que causar ningún mal, nos enamoramos de la persona menos adecuada, perdemos esa carta acompañada de un bonito dibujo, o simplemente dolemos a un amigo. Pensamos que son pequeños errores sin importancia, pasa el tiempo y de la persona que te habías enamorado se ha esfumado de tu vida dejando espacio a otro príncipe, las llaves de casa o esa carta o ese pequeño dibujo que tiene unas palabras algo vergonzosas que hace tiempo que perdiste lo vuelves a rescatar y a colgar en tu cuarto. Pero a ese amigo que doliste, no se sabe si volverá a ti, si seguirá creciendo contigo; si seguirá siendo tu otra mitad.
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| Quiéreme cuando menos lo merezca. PD: Nunca es tarde, para empezar de nuevo |
