me gustas.


Me gustas cuando dices tonterías,  cuando metes la pata, cuando mientes,  cuando te vas de compras con tu madre  y llego tarde al cine por tu culpa.  Me gustas más cuando es mi cumpleaños  y me cubres de besos y de tartas, o cuando eres feliz y se te nota, o cuando eres genial con una frase que lo resume todo, o cuando ríes (tu risa es una ducha en el infierno), o cuando me perdonas un olvido. Pero aún me gustas más tanto que casi no puedo resistir lo que me gustas, cuando, llena de vida, te despiertas y lo primero que haces es decirme«Tengo un hambre feroz esta mañana. Voy a empezar contigo el desayuno».