Le dije: “Monta que te llevo al sol,” me dijo: “Que tontería, arderás!” Le dije que no pensaba ir de día y se reía, ya verás le decía
si te fías de este guía. Dicen que
cuando llegas hay un flash, y me creía, me
daba alas, parábamos a
dar caladas en coordenadas desordenadas, Sentados
en el Meridiano de Greenwich, dejábamos colgar las piernas, sabiendo que la
búsqueda era eterna, y que hay muchas paradas a lo largo del
camino y que,
lo importante no es llegar si no, si no el camino en sí, miramos atrás
y supimos que nadie volvería a vernos más.
lo importante no es llegar si no, si no el camino en sí, miramos atrás
y supimos que nadie volvería a vernos más.